Nada hacía presagiar allá por 2016 en lo que se acabaría convirtiendo Vesana con el paso del tiempo. Por entonces se fabricaba en la cocina de un domicilio privado, más cerca de la cocina diaria que una conserva. Eran momentos de incertidumbre, esperando que Kickstarter funcionara y sacar adelante el proyecto. La primera premisa era clara: Se pretendía acercar los superalimentos al gran consumo.
Se arrancaba con 3 sabores muy distintos, pero muy atractivos. Dos ellos se mantienen como “súperventas”: Calabaza y chía por un lado, siempre agradecida con su sutil sabor a curry; y Verduras y Spirulina, la forma en que a Neoalgae se le ocurrió para introducir su microalga en el mundo de la alimentación. La tercera era Remolacha y maca, la única que no sobrevive de las pioneras. Las 3 destacan por llevar los superalimentos más conocidos, junto con la quinoa.
Los productos eran disruptivos en el mercado, elaborados con productos frescos y de proximidad, sin gluten, sin lácteos… Incluso estaban certificados como veganos por la Unión Vegetariana, cuando sólo 44 empresas podían presumir de ello.
Pronto se unieron dos nuevos productos. La Spirulina ya tenía su hueco, y se le busco lo mismo para la Chlorella. Era así como nacía la Vichyssoise con chlorella. Versión de la famosa sopa francesa de puerro y patatas. Curiosamente sólo en el país galo se consume fría, el resto de países la prefieren consumir caliente. Nacía a la vez la Crema de Tomate con leche de coco. Rompedora, diferente, sorprendente… Con esta crema mucha gente se aficionó a Vesana.
Llegaba el verano de 2018, y desde la empresa no quería que se bajara el ritmo de consumo. Tocaba idear recetas frescas. Por un lado, Gazpacho, pero se le añadía uno de los superalimentos más preciados por sus valores de Omega 3… Llegaba el Gazpacho con aceite de lino. Su complemento era se convertía en la primera crema en incorporar fruta, y una de las más sorprendentes: Zanahoria con mango. Se podía tomar fría o caliente, y siempre resultaba llamativa por su atractivo color amarillo.
El mercado empezaba a demandar otra cosa, proliferaban los alimentos ecológicos. Y Vesana daba el salto. Coincidía con la noche de Halloween de 2018. ¿Qué mejor día para presentar una crema de calabaza? Vesana ya era ECO, nacía la Crema ECO de Calabaza con quinoa.
Le seguían los pasos dos de las primeras: Verduras con Spirulina, y Calabaza y chía. Después vendrían la Vichyssoise con chlorella y el Gazpacho con aceite de lino.
Dos nuevas cremas de calabaza en su versión ECO verían la luz después. Primero un homenaje a Asturias, con la Crema de calabaza con manzana. Además llegaba ilustrada con el sello de Alimentos del Paraíso, al ser todos sus ingredientes asturianos. La última crema es la de Calabaza y pimientos, una versión propia del gazpacho andaluz, pero con la calabaza con base…
En los últimos tiempos llega la consagración de Vesana como marca puntera en alimentación, con productos muy destacados, bajos en grasa y fuente de fibra.
Primero fue la Crema de zanahoria con quinoa. Menos de un grasa por cada 100 de producto, y altas cantidades de fibra. Un producto a la altura que se esperaba de la marca.
Las macroalgas buscaban su hueco en la gama de la empresa, y fue el wakame quien lo halló. Calabacín con spirulina y wakame es la última crema en aparecer, con los mismos claims que la anterior: Baja en grasa y Fuente de fibra. Sin duda, la confirmación de la buena labor desarrollando productos.
Pero quedaba una sorpresa… Buscar otros campos… Caldo de verduras con Spirulina es el último producto… Y parece va a revolucionar también este sector…
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